Qué es el NFC en el móvil y para qué sirve

Una de las prestaciones más comunes entre los dispositivos electrónicos de nueva creación viene representada en forma de las siglas NFC, una tecnología que ha revolucionado las transacciones digitales y que se ha convertido en indispensable en cualquier teléfono, tableta y dispositivo inteligente que se precie.

Qué es el NFC y qué papel juega en el día a día

Aunque mucha gente no sepa qué es exactamente la tecnología NFC, todo el mundo busca que su dispositivo tenga esta prestación porque comprende el papel que juega en multitud de acciones cotidianas: pagos con tarjeta, ejecutar acciones determinadas con teléfonos, realizar un pedido por Internet… el NFC está cada vez más extendido y es aplicable a multitud de formatos y cadenas, lo que da buena muestra de la relevancia que tiene en la actualidad el NFC.

Si nos ponemos técnicos, NFC son las siglas de Near Field Communication, “campo de comunicación cercano” en español, y que hace referencia precisamente a un sistema que interactúa con los dispositivos compatibles para ejecutar una acción determinada en un rango de acción limitado.

El NFC empezó a estar presente en las tarjetas de crédito con el conocido contactless, que revolucionó los pagos y que permitían ejecutar pagos con tarjeta sin insertar el chip ni pasar la banda magnética. Esto, con el tiempo ha ido ganando popularidad y a día de hoy es solo una de las muchas funciones que tiene el NFC.

Todo dispositivo, receptor y emisor compatible con la tecnología NFC debe contar con el famoso símbolo de las cuatro bandas semicirculares, similar al icono de Wi-Fi, solo que las del NFC están ubicadas en disposición horizontal y no vertical. Cualquier tarjeta o dispositivo compatible con la tecnología NFC debe contar con este símbolo, para indicar que es sensible al paso de un dispositivo con NFC receptor, como un datáfono, y que la interacción puede dar lugar a un hecho concreto, como la formalización de un cobro.

Aunque las hay de varios tipos, lo más habitual es que se trate de etiquetas NTAG o ICODE. Cada chip contiene una determinada capacidad de almacenamiento, que normalmente se mide en bytes. Los modelos más comunes a día de hoy son las etiquetas NTAG 210, 213 y 215, con 48, 144 y 540 bytes de capacidad, respectivamente. Es de suponer que, con el paso del tiempo y la ampliación de funcionalidades, estas etiquetas vayan dando paso a otras de mayor capacidad y que presenten un diseño y un funcionamiento mucho más optimizado.

Qué es una etiqueta NFC

Las etiquetas NFC son dispositivos en sí mismos que suelen ir camuflados en pegatinas o pequeñas etiquetas que dan alguna pista de su función. Por ejemplo, algunos comercios han lanzado al mercado etiquetas con marcas de productos para ubicar en la cocina y que permiten, con solo acercar el receptor NFC del móvil, hacer un pedido de ese producto concreto. Amazon ya ha experimentado con este sistema en Estados Unidos y es previsible que Europa sea el siguiente territorio en contar con este sistema para agilizar los pedidos.

En realidad, las etiquetas NFC están presentes en multitud de objetos, ya que incluyen el circuito que interactúa con los dispositivos compatibles con la tecnología NFC. Por ejemplo, las tarjetas de crédito virtuales que tenemos en los móviles funcionan gracias a que nuestro dispositivo cuenta con esta tecnología. El NFC en el móvil a día de hoy es una tecnología imprescindible y muchas de las funciones que se utilizan de manera cotidiana con el smartphone o el smartwatch quedarían inservibles si elimináramos el NFC.

Como muestra de que es una tecnología en auge, algunas empresas han decidido incentivar a los usuarios a probarlo estableciendo un sistema de recompensas. Apple es una de las firmas que se ha sumado a la iniciativa pro NFC, animando a sus usuarios norteamericanos a hacer uso de Apple Pay para realizar sus compras y reembolsándoles un porcentaje de su gasto mensual con este sistema de pago. Además, esto también responde a la tardanza de los de Cupertino por desarrollar esta tecnología, aunque el NFC de iPhone es de los que mejor funciona y más alcance tiene.

Funciones de las etiquetas NFC

Hay dos principios universales en lo que respecta a las etiquetas NFC: no son compatibles con superficies metálicas (a no ser que se especifique lo contrario), y cuentan con una función preconfigurada que se lleva a cabo al interactuar con otro dispositivo.

Entre las funciones más comunes de las etiquetas NFC se encuentra el redireccionamiento a una URL específica (como ocurre con los códigos QR, solo que mucho más rápido), conectarse automáticamente a una red Wi-Fi (sin necesidad de escribir la contraseña), acceder al reproductor de música con tus playlists guardadas (algo que se puede hacer gracias a la tecnología NFC del móvil y la aplicación de la plataforma descargada, como Spotify o Music Unlimited) o activar Tasker para ejecutar una acción de manera automática.

La integración de esta tecnología es cada vez mayor desde que está presente el NFC en iPhone y otros dispositivos altamente consumidos en el mercado norteamericano y europeo. Las etiquetas NFC del iPhone también son útiles para activar el modo No Molestar (muy común en los hoteles) o para encender determinados dispositivos, como ordenadores, relojes, bases de carga, televisiones inteligentes y demás.