Por qué los smartphones se consideran teléfonos inteligentes

La evolución de la tecnología y la expansión de funcionalidades a través de Internet ha propiciado la aparición de lo que se conoce como “dispositivos smart”. Los pioneros en este campo fueron los teléfonos móviles, pero a día de hoy existe todo un ecosistema de dispositivos considerados inteligentes que van mucho más allá de un smartphone: relojes, pulseras, televisiones, tabletas, ordenadores e incluso complementos del hogar, como armarios, persianas, timbres, puertas o alarmas.

¿Qué se entiende por “inteligente” en un dispositivo?

Cuando hablamos de un dispositivo “smart”, estamos queriendo decir que ese aparato es inteligente. Podemos encontrar el prefijo en toda una serie de objetos de uso cotidiano que antes no lo eran: smart TV, smartwatch, smartphone, smartband… Pero, ¿cuándo un dispositivo puede ser considerado inteligente y cuándo no?

Se considera un dispositivo inteligente a todo aparato electrónico que tiene la capacidad de conectarse a otras redes o dispositivos utilizando tecnologías de emparejamiento de manera autónoma para ofrecer al usuario una experiencia mucho más profunda e interactiva de su entorno. Todo ello, mediante el uso de distintos protocolos como Bluetooth, 5G, Wi-Fi o NFC, cuatro de los más conocidos por su uso diario en un teléfono inteligente que han sido trasladados con éxito a otra serie de dispositivos.

Un smartphone tiene la capacidad de conectarse a Internet mediante el uso de Wi-Fi o datos móviles (las redes 3G, 4G y 5G), además de contar con tecnologías como Bluetooth para emparejar toda una serie de accesorios de manera mucho más sencilla y eficaz que antaño. Auriculares, pulseras y más pueden formar parte del ecosistema gracias al avance que ha experimentado la tecnología de los teléfonos inteligentes actuales.

Uno de los rasgos característicos de los dispositivos smart en general y de un teléfono inteligente en particular es que está diseñado para admitir varios factores de formas distintas al mismo tiempo. Es decir, que sea capaz de procesar varias informaciones en cuestión de segundos usando distintos protocolos. La inteligencia artificial telefónica ha encontrado en este entorno un lugar ideal para evolucionar y encontrar nuevas aplicaciones que han permitido a estos dispositivos ofrecer prestaciones cada vez más avanzadas, como el reconocimiento dactilar o el escaneo facial para bloquear y desbloquear el teléfono inteligente, algo que hace unos años parecía impensable.

Volviendo a los dispositivos de los que hablábamos al principio, la tecnología de un smartphone cuenta con varias funciones que hace que no solo sean considerados inteligentes, sino que actúen en muchos casos como centros de control de todo un ecosistema smart.

En la actualidad, la tecnología de un smartphone centraliza un sinfín de funciones que tienen que ver con smartwatches, smartbands, auriculares y dispositivos de domótica, como robots aspiradores, mirillas inteligentes o cámaras de videovigilancia. Por tanto, gracias al desarrollo y optimización de la tecnología de los teléfonos inteligentes, a día de hoy se pueden utilizar no solo como dispositivos independientes, sino como controladores y coordinadores de nuestros dispositivos interconectados, incluyendo hasta la televisión o nuestra plataforma de música.

Creando ecosistemas inteligentes para simplificar las tareas cotidianas

Casi sin darnos cuenta, hemos pasado de utilizar dispositivos inteligentes de manera independiente a crear toda una red de funcionalidades que ha propiciado la creación de auténticos ecosistemas smart en nuestro día a día. Hace tiempo que la tecnología de los teléfonos inteligentes se encargó de hacer que estos aparatos sirviesen para mucho más que para llamar, pero los avances experimentados en el campo de la inteligencia artificial telefónica han permitido al ser humano ir mucho más allá en su búsqueda de dotar a las máquinas de autonomía con el fin de servir a un propósito útil en el día a día de la humanidad.

La realidad es que, lo que hace apenas unos años era la fantasía de un visionario friki, en la actualidad puede experimentarse como algo normal y factible. Por ejemplo, la tecnología de un smartphone a día de hoy está capacitada para controlar todos los parámetros de una casa inteligente, siendo el centro desde donde se controla todo lo relacionado con la domótica, además del ocio, el entretenimiento, las compras, las transacciones bancarias, las redes sociales y las comunicaciones vía e-mail y chat.

Es de esperar, además, que dentro de unos años las funciones que pueda recoger un teléfono inteligente vayan más encaminadas a reforzar la seguridad. El uso del 5G promete expandir notablemente el abanico de posibilidades de los smartphones y todavía está por ver el potencial que tiene en el día a día de las personas.

En conclusión: ¿qué hace que un teléfono sea considerado “inteligente”?

Dicho en pocas palabras, es su capacidad de coordinarse con otros dispositivos para simplificar el funcionamiento de ciertas actividades a través de protocolos Wi-Fi, 5G, NFC o Bluetooth lo que hace que los smartphones sean considerados como tal.

Los avances que ha experimentado en los últimos años la inteligencia artificial telefónica han propiciado la aparición de nuevas aplicaciones, incrementando el papel protagonista de los teléfonos inteligentes para realizar tareas cotidianas de una manera más cómoda, sencilla y segura.

Con la llegada del 5G y su paulatina expansión, el futuro de los smartphones resulta más prometedor que nunca, ya que se estima que las velocidades de conexión agilicen de manera notable actividades como la apertura de ciertas plataformas, la velocidad de carga en plataformas de streaming y otras actividades como los pagos con tarjeta contactless, las transferencias bancarias o las compras en supermercados o tiendas online.

En el sector servicios, este hecho ha acelerado el proceso de digitalización y muchas empresas están rediseñando sus estrategias comerciales a medio plazo para tener en cuenta el nuevo panorama. Dado que buena parte de los clientes de restaurantes, hoteles y tiendas en general hacen sus compras a través de su smartphone, disponer de una plataforma digital competente es esencial si se quiere optar a ocupar un buen puesto dentro del sector.